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Los dispositivos de presión continua positiva (CPAP) utilizados para la apnea permiten mejorar la hipertensión arterial resistente
Un ensayo clínico, coordinado por el Dr. Miguel Ángel Martínez-García, investigador del Instituto de Investigación Sanitaria La Fe (IIS La Fe) y médico del servicio de Neumología del Hospital La Fe de Valencia, ha demostrado que el dispositivo CPAP (presión positiva continua de la vía aérea) que se utiliza en pacientes con apnea, permite reducir las cifras tensionales en pacientes con hipertensión arterial resistente al tratamiento.
La apnea es el más frecuente de los trastornos respiratorios que se producen durante el sueño, ya que afecta a alrededor del 4 por ciento de los adultos y es también uno de los factores de riesgo más comunes para padecer hipertensión arterial.
La investigación se centró en los pacientes con tensión arterial resistente o refractaria, aquellos que no se consiguen controlar sus cifras tensionales a pesar de que el paciente toma más de tres medicamentos diferentes diarios. En este sentido, se calcula que cerca del 70 por ciento de pacientes con hipertensión arterial refractaria tienen apnea del sueño, la mayoría sin diagnosticar. Se trata de un colectivo con un elevado riesgo de sufrir problemas cardiovasculares y una elevada tasa de mortalidad y morbilidad.
Durante la investigación se estudiaron 194 pacientes con apnea de sueño e hipertensión arterial resistente al tratamiento, procedentes de 24 hospitales españoles, lo que supone el mayor ensayo clínico realizado hasta la fecha sobre este tema, según explica el Dr. Martínez García.
Los investigadores analizaron los casos durante tres meses, controlando la presión arterial mediante un sistema de registro portátil de 24 horas, con el fin de evaluar el efecto del tratamiento con CPAP usado para tratar la apnea sobre la tensión arterial diurna y nocturna.
El estudio ha sido publicado por la revista Journal of American Medical Association (JAMA), una de las publicaciones científicas más prestigiosas y de mayor impacto. Los resultados concluían que en el grupo tratado con el dispositivo CPAP se produjo un descenso significativo de las cifras tensionales tanto media como diastólica. Concretamente la reducción fue entorno a 3 mmHg, lo que supone “un dato muy significativo tanto estadística como clínicamente”.
Asimismo, el resultado fue más pronunciado en los descensos producidos durante la noche. Al realizar el análisis del grupo de pacientes que tuvo una adecuada adherencia al tratamiento con CPAP (unas 4 horas de media cada noche) la reducción llegó a los 4-5 mmHg. En este sentido, una de las conclusiones del estudio fue la correlación entre el número de horas de utilización media de la CPAP y el descenso de las cifras tensionales.
El investigador valenciano ha destacado que los resultados obtenidos en esta investigación permiten concluir que “todo paciente con hipertensión arterial resistente a tratamientos debe someterse a estudios de sueño para determinar si sufre apnea del sueño relevante, ya que de ser así podría tratarse con CPAP para reducir las cifras de tensión arterial”.
Un millón y medio de casos de apnea de sueño en España
La apnea obstructiva del sueño es un bloqueo de las vías respiratorias mientras se duerme, por lo que los pacientes dejan de respirar durante cortos períodos. Aproximadamente en España hay un millón y medios de casos de panea, aunque hasta el 80 por ciento no está diagnosticado.
Cuando finaliza la apnea (normalmente de forma brusca) se produce un descenso de la cantidad de oxígeno en la sangre y en los tejidos y otra serie de cambios metabólicos que hacen que los pacientes tengan más propensión a desarrollar hipertensión arterial sistémica y pulmonar, lo que incrementa el riesgo de sufrir problemas cerebrovasculares y de miocardio.
La CPAP es un pequeño dispositivo que pueden utilizar los afectados mientras duermen y que aumenta la presión del aire en su garganta para mantener sus vías respiratorias abiertas