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Dos investigadoras del IIS La Fe y del i+12 defienden en una carta en la revista Journal of Human Lactation los beneficios de vacunar a las madres de lactantes contra la COVID-19
Las doctoras Sandra Monfort, del Instituto de Investigación Sanitaria La Fe (IIS La Fe), y Sonia Mayo, del Instituto de Investigación Sanitaria Hospital 12 de Octubre (i+12) han compartido en una carta al editor de la revista JOURNAL OF HUMAN LACTATION su opinión y su experiencia como madres lactantes y profesionales de la sanidad respecto a la vacunación de este colectivo contra la COVID-19. Las dos investigadoras apuestan por el seguimiento de las madres vacunadas y de sus bebés y por una actualización de la evidencia científica disponible.
La carta, titulada Breastfeeding and COVID-19 Vaccine: Yes We Can, resume los principales resultados de diferentes investigaciones sobre lactancia materna, infección por coronavirus y vacunación contra la COVID-19 y la experiencia en primera persona de dos profesionales de la investigación sanitaria que ha recibido la vacuna pese a seguir alimentando con lactancia materna a sus bebés. Las dos investigadoras señalan que es necesario actualizar la información con la evidencia científica disponible para facilitar los recursos necesarios a las madres lactantes y para ayudarlas en su derecho a decidir sobre la vacunación contra la COVID-19. También animan a la comunidad científica a continuar recogiendo datos que permitan llegar a conclusiones fundamentadas.
Experiencia personal y evidencia científica
Las autoras aseguran que la lactancia materna es una opción para muchas mujeres por sus múltiples beneficios, a pesar de la dificultad que puede generar para conciliar la vida personal y laboral. Las doctoras Monfort y Mayo explican en la carta que, en la pandemia por COVID-19, la lactancia materna está siendo un reto para muchas mujeres y, concretamente, para las madres que desarrollan su actividad profesional como personal sanitario.
'Nuestra preocupación es enfermar o infectar a nuestros familiares, y aunque se han desarrollado varias vacunas contra el SARS-CoV-2, no se ha estudiado ninguna durante la lactancia', aseguran las investigadoras que indican que, a pesar de la incertidumbre en torno al SARS-CoV-2, sí que existe evidencia científica sobre algunas cuestiones recogida en varios artículos. Por ejemplo que las mujeres lactantes infectadas no transmiten el virus a sus bebés, que los anticuerpos producidos por la madre pasan a la leche y podrían inmunizar al bebé y que aunque los niños son en su mayoría asintomáticos, en algunos casos se ha descrito un cuadro clínico más grave.
'Como madres lactantes, -explican Mayo y Monfort- antes de ponernos la deseada vacuna, revisamos las recomendaciones nacionales e internacionales al respecto'. Además, una de las dos investigadoras, como donante de leche, pidió información al banco local de leche donde le confirmaron que, a pesar de que la lactancia materna no se había incluido como un parámetro en los ensayos clínicos, no había evidencias que indicaran que la vacunación pudiera ser perjudicial para la madre o su bebé y, por tanto, recibir la vacuna contra el SARS-CoV-2 no se considera una causa de exclusión para la donación.
Sin embargo, las investigadoras encontraron que, en muchos de los diferentes modelos de consentimientos informados que han de firmarse antes de la vacunación se indica que la lactancia materna es una contraindicación para la vacuna. En concreto, explican, algunos consentimientos recogen que la vacuna "no se debe administrar a población pediátrica (menores de 16 años) ni durante el embarazo o lactancia".
Seguimiento y actualización
'Esto solo genera una gran incertidumbre y desinformación. Es más, en nuestro caso, tuvimos que afrontar distintas situaciones cuando fuimos a vacunarnos. Una de nosotras, teniendo en cuenta los pros y contras de la vacunación, prefirió no indicar su condición de madre lactante para evitar problemas. Cuando la otra indicó que amamantaba a su hijo, se le aconsejó que pospusiera la vacunación', cuentan en la carta.
Las doctoras Mayo y Monfort explican que en casos similares, a algunas mujeres se les recomendó abandonar la lactancia y en otros no se les vacunó por dar el pecho a sus hijos. Por ello insisten en aprovechar el momento de la campaña de vacunación para recopilar la máxima información y hacer seguimiento de las madres lactantes y de sus bebés.
'Debido a la falta de información, muchas madres que amamantan deciden posponer la vacunación o finalizar la lactancia. Y lo que es peor, aquellas que quieren ser vacunadas, tienen que enfrentarse a muchos problemas. A algunas no se les da la opción, otras no informan sobre su condición de madres lactantes y, aquellas que consiguen el pinchazo pese a su situación, no son seguidas ni se registra su evolución ni la de sus hijos. En consecuencia, nunca habrá datos disponibles que puedan apoyar o mostrar el efecto de la vacuna del SARS-CoV-2 en la lactancia materna', denuncian en la carta las dos investigadoras que también destacan que los facultativos responsables de la vacunación deben dar información actualizada y contrastada para que las madres puedan tomar su propia decisión.
S. Mayo, S. Monfot. Letter to the Editor: Breastfeeding and COVID-19 Vaccine: Yes We Can. JOURNAL OF HUMAN LACTATION. https://doi.org/10.1177/08903344211004443