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Un estudio del IIS La Fe revela que el tabaquismo, el sexo femenino y los D-dímeros elevados son factores asociados a las secuelas post COVID-19

El Grupo de Investigación en Infecciones Respiratorias del Instituto de Investigación Sanitaria La Fe (IIS La Fe) ha publicado los resultados de un estudio sobre el impacto y los factores de riesgo de padecer secuelas respiratorias post-COVID-19. 

La investigación, desarrollada con pacientes del Hospital Universitari i Politècnic La Fe, ha revelado que el sexo femenino, el tabaquismo tanto en fumadores actuales como en exfumadores y los D-dímero elevados son variables clínicas relacionadas con una peor función pulmonar medida por la capacidad de difusión del pulmón para el monóxido de carbono (DLCO, las siglas en inglés de diffusing capacity of the lung for carbon monoxide).

El estudio publicado en ANNALS OF THE AMERICAN THORACIC SOCIETY destaca que, conocer la magnitud, la frecuencia y los factores de riesgo asociados a las secuelas respiratorias post-covid es un elemento clave en el contexto actual. Los autores han explicado que, identificar de forma temprana aquellos pacientes que con mayor probabilidad van a tener secuelas respiratorias tras superar la fase aguda de la COVID-19 es determinante para optimizar los recursos técnicos y humanos en los laboratorios de función pulmonar y en las consultas externas en un momento de máximo estrés del sistema sanitario.

Medidas nuevas para un enfermedad nueva: DLCO

El primer autor del artículo, el doctor Raúl Méndez, ha explicado que "la alta incidencia de casos ha saturado la asistencia clínica en atención primaria y a nivel hospitalario. Además, la necesidad de controlar y tratar las secuelas de los supervivientes está complicando el trabajo a los laboratorios de función pulmonar y a las consultas externas de Neumología".

Por este motivo, el estudio del Grupo de Investigación en Infecciones Respiratorias del IIS La Fe ha evaluado las posibles secuelas respiratorias en supervivientes de la COVID-19 y las variantes clínicas asociadas a las mismas. "Al tratarse de una enfermedad nueva no existían referencias sobre las posibles secuelas respiratorias, la gravedad o la frecuencia de estas. La DLCO es una medida que se obtiene en el laboratorio de función pulmonar y que es capaz de identificar posibles secuelas o alteraciones en el intercambio gaseoso de los pulmones", ha explicado Raúl Méndez.

Con este escenario, se realizó un estudio de seguimiento en la consulta externa de Neumología habilitada para el seguimiento de pacientes con COVID-19 en el que participaron 215 pacientes con diagnóstico confirmado que estuvieron hospitalizados en el Servicio de Neumología de Hospital La Fe o en la Unidad de Cuidados Intensivos. Estas cifras convierten a este trabajo en el mayor estudio hasta la fecha que analiza las secuelas respiratorias de la COVID-19 mediante el análisis de la DLCO.

Entre los principales resultados cabe destacar que un 24,7 por ciento de los pacientes tenían una alteración de la DLCO. De ellos, un 75,5% tenían una alteración leve, un 24,5% una alteración moderada y ninguno tuvo alteración grave. Para Méndez, estos resultados se deben tomar con cautela ya que el estudio solo incluyó 40 pacientes que requirieron ingreso en UCI. Se necesitan más estudios y de mayor tamaño para analizar por ejemplo con más detalle las secuelas específicamente en los pacientes de UCI. Además, se desconocen si estas secuelas van a persistir o a remitir a largo plazo.

Distintas explicaciones a los resultados

Los autores han señalado que los resultados responden a distintas explicaciones debido a las características propias de la COVID-19. El tabaquismo y las enfermedades respiratorias crónicas que provoca se relacionan con alteraciones de la DLCO. Este hallazgo, por tanto, puede reflejar la presencia de un daño pulmonar previo o incluso agravado por la COVID-19.

Sobre los valores de D-dímeros y la relación entre la infección por SARS-CoV-2 y los problemas vasculares y trombóticos, el estudio del IIS La Fe recoge que estos problemas vasculares a nivel pulmonar, en ocasiones, pueden dejar como secuela una alteración del intercambio gaseoso con un deterioro de la DLCO.

La investigación concluye que las mujeres tienen más riesgo de tener secuelas en la DLCO. Si bien durante la fase aguda son los hombres los que presentan un cuadro más grave, diversos estudios muestran que las secuelas o síntomas persistentes en forma de long-COVID-19 es más prevalente en las mujeres. Por último, los pacientes que requirieron ingreso en UCI mostraron también una tendencia a tener peor DLCO. Estos pacientes han presentado mayor gravedad y es esperable un mayor impacto a nivel respiratorio tras la fase aguda.

Próxima etapa: conocer el alcance de las alteraciones

Este estudio de seguimiento se ha centrado en el impacto y las variables clínicas asociadas al riesgo de padecer alteraciones respiratorias post-covid. Pero el próximo reto es, según ha explicado Rosario Menéndez, saber su posible extensión o gravedad. 'Los objetivos, ahora, serían conocer a más largo plazo si la alteración de la DLCO es permanente o mejora a lo largo del tiempo (6 o 12 meses) y los factores asociados a esta posible evolución".

Dado el impacto de las patologías respiratorias en la población general, ambos especialistas consideran que "sería interesante ampliar la población a estudio con más pacientes procedentes de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y con daño previo de la función pulmonar, como por ejemplo pacientes con enfermedades respiratorias crónicas (asma, EPOC, etc.)".

Raúl Méndez, Ana Latorre, Paula González-Jiménez Laura Feced, Leyre Bouzas, Katheryn Yépez, Ana Ferrando, Enrique Zaldívar-Olmeda, Soledad Reyes, Rosario Menéndez. Reduced Diffusion Capacity in COVID-19 Survivors. ANNALS OF THE AMERICAN THORACIC SOCIETY. DOI: 10.1513/AnnalsATS.202011-1452RL

La investigación del Grupo de Infecciones Respiratorias revela que estos factores se relacionan con una peor función pulmonar

El estudio, publicado en ANNALS OF THE AMERICAN THORACIC SOCIETY, ha sido dirigido coordinado por los doctores Raúl Méndez y Rosario Menéndez