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Hacia una terapia para pacientes de cáncer de mama triple negativo

Las pacientes con cáncer de mama triple negativo no se pueden tratar con terapias dirigidas porque no expresan ninguno de los tres receptores más habituales, por lo que suelen tener peor pronóstico. En la actualidad, el tratamiento para este tipo de cáncer de mama se basa en la quimioterapia previa a la cirugía, o neoadyuvante, pero no todas las mujeres responden de forma positiva a esta terapia.

El cáncer de mama triple negativo es el subtipo tumoral con un comportamiento más agresivo, de peor pronóstico y que habitualmente se presenta en mujeres jóvenes, por lo general menores de 40 años. El resto de los cánceres de mama se caracterizan por tener alta expresión de receptores hormonales, en concreto de estrógenos y progesterona o del gen her2. Para este tipo de cánceres existe terapia dirigida porque existe una diana a la que atacar, que son esos receptores o ese gen.

Las pacientes con cáncer de mama triple negativo no se pueden tratar con terapias dirigidas porque no expresan ninguno de los tres receptores más habituales, por lo que suelen tener peor pronóstico. En la actualidad, el tratamiento para este tipo de cáncer de mama se basa en la quimioterapia previa a la cirugía, o neoadyuvante. A pesar de que el 36% de las pacientes responden positivamente al tratamiento, las pobres respondedoras no tienen ninguna otra alternativa de tratamiento. Por tanto, todavía es necesario buscar terapias que sean más eficaces para estas pacientes.

Una potencial terapia para pacientes no respondedoras

Nuevos hallazgos revelan que las pacientes que responden mal a esta terapia tienen apagado el sistema inmune, pero ¿esto qué quiere decir?

El sistema inmune del paciente puede ayudar a frenar el crecimiento del tumor, pero en las pacientes pobre respondedoras el tumor se ha escapado a los puntos de control del sistema inmune.

Las células cancerosas pueden adquirir cambios genéticos que les hagan menos visibles al tumor. Estas alteraciones apagan las células inmunitarias, influyendo en la forma en la que el sistema inmunitario responde a las células cancerosas. Hoy en día, la inmunosupresión en cáncer es el tema principal de estudio, y la inmunoterapia, el tratamiento más dirigido y con menores efectos secundarios que existen. El grupo de Investigación Clínica y Traslacional en Cáncer lidera un proyecto que estudia los mecanismos que subyacen a esta inmunosupresión y su posible relación con la expresión del gen estudiado. La investigación ha recibido una ayuda predoctoral de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) en València para María Rosado.

El proyecto, que tiene por título 'Estudio de los mecanismos moleculares de inmunosupresión en los cánceres de mama triple negativos', propone estudiar su papel en un grupo de pacientes afectadas por cáncer de mama, así como el efecto de la inhibición farmacológica de sus reguladores negativos, además del potencial terapéutico de una nueva terapia dirigida a pacientes de esta patología que responden mal a la quimioterapia neoadyuvante.

El estudio cuenta con la colaboración del servicio de Oncología y Cirugía del Hospital Universitari i Politècnic La Fe para obtener muestras de pacientes con cáncer de mama triple negativo que no responden al tratamiento. Con estas muestras, el grupo de investigación responsable desarrolla cultivos 3D, denominados organoides, los cuales permiten estudiar de una forma más real el tumor.