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1.750 personas corren para apoyar la investigación de la esclerosis múltiple
El pasado sábado 25 de mayo se celebró lugar la I Carrera Solidaria por la Esclerosis Múltiple, una prueba organizada por el Grupo de Investigación en Neuroinmunología del Instituto de Investigación Sanitaria La Fe (IIS La Fe), la Asociación Valenciana de Esclerosis Múltiple (ACVEM) y la Asociación Española de Esclerosis Múltiple (AEDEM).
La cita deportiva y solidaria contó con la participación de 1.750 en dos pruebas, una carrera y una marcha. El objetivo de este evento fue dar visibilidad a la esclerosis múltiple (EM), una enfermedad del sistema nervioso que afecta al cerebro y a la médula espinal, perjudica a 47.000 personas en España y de la cual se diagnostican 1.800 casos nuevos cada año. En la Comunidad Valenciana hay 6.000 pacientes diagnosticados.
Impulso a la investigación en la enfermedad de las mil caras
La recaudación se destinará al proyecto 'Determinación de la neurodegeneración desde el inicio de la esclerosis múltiple que debuta con brotes' del Grupo de investigación en neuroinmunología del IIS La Fe.
La esclerosis múltiple es la enfermedad neurológica que genera mayor discapacidad en personas jóvenes. Es una enfermedad inflamatoria del sistema nervioso central que supone la segunda causa de discapacidad sólo por detrás de los traumatismos provocados por los accidentes de tráfico. Entre los síntomas más habituales se encuentra la disminución de la agudeza visual, alteraciones del equilibrio, pérdida de fuerza y de sensibilidad. Además, pueden existir otros síntomas como la fatiga, el deterioro intelectual, temblor, trastornos del sueño, crisis epilépticas o dificultad para hablar y caminar. Puede variar mucho de una persona a otra, de ahí que sea conocida como la enfermedad de las mil caras.
El tratamiento actual en la Comunitat Valenciana supone un coste superior a 30M€ y un fracaso terapéutico del 45%. Estos datos por si solos revelan que más de la mitad de los pacientes van a seguir incrementando su discapacidad, y que más de la mitad de la inversión en tratamientos está siendo inútil. El principal problema al que se enfrenta la comunidad médica y científica al abordar la EM es la progresión de la discapacidad que aparece independiente de los brotes y que se debe a la neurodegeneración. Según el doctor Casanova, 'esta neurodegeneración solo somos capaces de detectarla cuando el paciente lleva entre 10 y 15 años de evolución y todos los fenómenos relacionados con la activación de la inmunidad innata y los mecanismos de daño oxidativo están ya en marcha'.
Objetivo: identificar la neurodegeneración
El interés de la investigación que propone el Grupo de Neuroinmunología del IIS La Fe consiste en poder identificar de forma clara a los pacientes en los que el principal fenómeno es la neurodegeneración, con dos objetivos: intentar con los medicamentos disponibles modificar su evolución si se administran de forma temprana, y lo que es más importante, la identificación precoz que permitirá definir dianas terapéuticas nuevas y aplicarlas de forma selectiva en pacientes con neurodegeneración, dado que aquellos que no presentan neurodegeneración responden muy bien a las actuales terapias. Así, una primera aproximación a lo que sería la medicina personalizada consistiría en poder identificar correctamente los pacientes, hecho que hoy en día no ocurre, pues todos los tratamientos de ensayos para todos los pacientes en base a la presencia de brotes, cuando este fenómeno está hoy completamente controlado con las medidas actuales.
Además, la investigación que se financiará con la recaudación de la I Carrera Solidaria por la Esclerosis Múltiple permitirá implementar la tecnología de medida digital de moléculas pequeñas, mediante la técnica SIMOAR, lo que supone un avance tecnológico de primer orden al poder estimar en sangre periférica, lo que aporta una indudable ventaja, para el diagnóstico de enfermedades neurodegenerativas.
Unido al beneficio directo en salud para los pacientes y el avance tecnológico, el interés también se centra en maximizar los recursos económicos de forma que la inversión se vea compensada con resultados en salud, al detectar de forma muy precoz el fracaso terapéutico.